La era de la felicidad digital

La era de la felicidad digital

Sivartha, Dr. Alesha.

La felicidad parece ser el nuevo estándar de la era de la información.

Elmundo actual es uno construido a partir de los entrecruces de información — imágenes, textos, sonidos — que tienen como vértice al usuario de Internet, productor y receptor de contenidos diversos. ¿Qué tanto influyen estos contenidos en el usuario de Internet? Un nuevo enfoque de las plataformas Facebook e Instagram, por ejemplo, podría resultar en la eliminación del número de likes en las publicaciones de los usuarios digitales, por la presión social que generan estos datos en la vida real.

Es posible decir que en realidad hay un problema de base en nuestro uso de redes sociales: nos comparamos con el prójimo y creamos falsos estándares de felicidad. La información en redes puede mostrarnos, a través de imágenes, cómo se debe ser feliz o cómo tener un cuerpo bello o saludable, de acuerdo con las experiencias, la psicología y los estándares de los demás.

La doctora Jennifer Lewallen de la Universidad de Misuri ha desarrollado varias investigaciones académicas acerca de la percepción del cuerpo de las mujeres en redes sociales como Instagram o Pinterest. Para Lewallen, en entrevista con la revista Darling, nos comparamos desde niños con otros para encontrar nichos sociales en los cuales podamos tener cabida. Como bien señala Lewallen, los rasgos a partir de los cuales nos comparamos pueden parecer objetivos, pero en realidad tienen un contexto específico y no se pueden medir de forma exacta, como quisiéramos, en referencia, por ejemplo, a la belleza o a la inteligencia (¿cómo se puede medir qué tan inteligente es un comentario de Facebook de manera científica?).

Además de estos aspectos relacionados con la objetividad de nuestras comparaciones sociales, el concepto de viralidad es importante a la hora de realizar estos análisis: un estereotipo determinado de belleza o de inteligencia puede volverse, de la noche a la mañana, un estándar común para fotografías, fenómeno que va en contravía de la creencia (cierta o no; buena o mala) de que cada individuo es único e irremplazable,

El libro El mundo de Sofía puede darnos algunas claves importantes en esta cuestión. En él, se pregunta en algún momento qué es lo más importante en la vida, y se explica que para el hambriento lo más importante sería la comida; para el que tenga frío, el calor. La felicidad, el confort o la tranquilidad están directamente relacionadas con nuestras necesidades. Cuando una necesidad se suple, otra más es generada por nuestra compleja mente. Es posible decir, entonces, que la felicidad de nuestras sociedades virtuales también es cambiante. Por ejemplo, nuestra tranquilidad virtual depende de las plataformas usadas por cada usuario, y las perspectivas en torno al cuerpo, la salud, la inteligencia o la belleza dependen en la actualidad de diversos factores que se entrecruzan y que cambian a toda velocidad: consumo, etnicidad, ideología, psicoanálisis, demografía.

La reflexión anterior no es nueva. Por siglos, teóricos y filósofos se han preguntado por la felicidad tanto individual como social. Sin embargo, los fenómenos asociados con una tecnología social y cambiante son la raíz de nuevos retos y perspectivas. El auge de las redes sociales hace que los usuarios digitales comparen el estado de felicidad aparente con el de los demás, ya que se encuentran al alcance experiencias publicadas en forma de fotografías. Puede que se modifiquen ciertos mecanismos para disminuir los riesgos mentales en cuanto a comparaciones, pero también es posible que estas modificaciones sean insuficientes frente a la velocidad de las redes y su influencia social.