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¿Interculturalidad a través de las TIC?
¿Interculturalidad a través de las TIC?
Algunos enfoques pedagógicos alternativos en la era de la información, que combinan educación intercultural y educación virtual, pueden ser la respuesta para comunidades que quieren adoptar prácticas propias para enseñar y aprender.
¿Qué es la cultura? Todo lo que nos rodea es cultura: un aura que circunda todo lo que está vivo y muerto en el humano. Lo material e inmaterial: las cerámicas mochicas de la costa norte del Perú, y también la poesía de Nezahualcóyotl en la ciudad-estado de Texcoco, México; la poesía de Rilke, y también los chistes de un comediante boyacense en Sábados Felices; los tamales que pueblan y son cocinados en toda América, y también las pinturas del mundo flotante de entre los siglos XVII y XX en Japón.
La Real Academia de la Lengua Española, en un intento por definir la palabra “cultura”, dice que es el “conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico”. También, en otro apartado de la entrada, se dice que la cultura es los “modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época social, etc.”.
Aunque la definición que propone la RAE se aproxima de algún modo a la concepción de cultura (y ninguna definición abarca por completo lo que un concepto o fenómeno representa realmente), dicha definición desconoce que la cultura trasciende los modos de vida, costumbres y conocimientos que caracterizan a una persona, grupo o colectividad: la cultura nos supera; es mucho más de lo que podemos ver, oír o tocar. En este sentido, el filósofo marxista Antonio Gramsci afirma que la cultura es el resultado del actuar del hombre (en su sentido plural) en el mundo; es la obra humana en la realidad natural y tiene una importancia tanto espiritual como material.
Estos dos último aspectos — la importancia material y espiritual de la cultura — no son contemplados en la definición de cultura que propone la RAE. Gramsci considera que la cultura se relaciona con la inteligencia aplicada, el pensamiento organizado y la voluntad de crear y de transformar la realidad. Vemos pues como en este caso particular, aplicaría perfectamente el principio propuesto por Foucault en La arqueología del saber: ¿Quién lo dice? y ¿desde dónde lo dice? Cuando hacemos cultura — digamos, al crear un jarrón — , lo hacemos desde cierta tradición y desde nuestro propio concepto. Soy etiope, clase media, tengo cuarenta años, estoy desempleado; mi jarrón va a tener determinada forma.
Ahora bien, si la cultura se define como el resultado de la acción del hombre en el mundo natural, ¿qué es interculturalidad? ¿qué es la educación intercultural? y ¿cómo se relaciona este enfoque pedagógico con los modelos educativos virtuales?, es más, ¿tienen alguna relación? En lo que respecta al primer interrogante, la profesora Catherine Walsh considera que desde la década de 1990 en América Latina los pueblos indígenas han puesto en el centro del debate político el reconocimiento de la diversidad étnico-cultural y que, aunque es un término de “moda”, la interculturalidad es usada en diferentes contextos y con intereses sociopolíticos opuestos. Walsh resume la interculturalidad a partir de tres elementos o tres facetas de ella: la interculturalidad relacional (intercambio entre culturas), la interculturalidad funcional (reconocimiento de la diversidad con la intención de introducirla en un contexto determinado) y la interculturalidad crítica (proyecto político, social, ético y epistémico — de saberes y conocimientos — que aboga por la transformación de relaciones, estructuras y condiciones que se fundamentan en la desigualdad, racialización y discriminación). En síntesis, la interculturalidad desde la perspectiva de Walsh es un proyecto ético-político dirigido a las transformaciones estructurales e históricas de la sociedad y que se alimenta de componentes sociales, humanos y educativos.
En lo que concierne al segundo interrogante — ¿qué es la educación intercultural — , se trata de un proyecto político-pedagógico que orienta los proyectos educativos comunitarios (PEC) de las comunidades indígenas, principalmente las que viven en el continente latinoamericano y especialmente las que habitan el territorio colombiano. Al ser una reivindicación de los pueblos indígenas, se articula de manera directa con la lucha por el reconocimiento y aceptación de la cultura propia, la autonomía, la diversidad étnica y el respeto por el territorio (elemento central que configura la cosmovisión indígena).
Sin embargo, como propuesta político-pedagógica ha ido más allá en cuanto a su práctica y discurso, pues su objetivo principal está encaminado a la construcción de otra sociedad, con relaciones sociales y humanas diferentes en el que la escuela juega un papel indispensable. Cabe precisar que la experiencia histórica de la educación intercultural se nutre de la creación de políticas públicas educativas promovidas por el estado, ONG y algunos pueblos indígenas durante la década de las décadas de 1980 y 1990; y que, toman como marco de referencia el desarrollo humano integral y la educación intercultural bilingüe.
El segundo momento que aporta a la definición de la educación intercultural tiene que ver con la implementación real de políticas encaminadas a incorporar y constituir sistemas de educación intercultural, orientados a promover la igualdad entre pueblos y con ello, a reconocer la diversidad étnico-cultural presente en la región. A modo de ejemplo, México fue uno de los primeros países en crear un modelo educativo intercultural desde la primera infancia hasta la universidad.
A partir de lo expuesto anteriormente, se hace necesario entender la relación entre el modelo pedagógico intercultural y la educación virtual. Para ello, consideramos necesario encontrar los puntos de convergencia entre ambos modelos; esto, a partir de la socialización de experiencias de trabajo concretas, que a nuestro juicio logran poner en diálogo los dos enfoques de educación mencionados anteriormente. Cabe hacer la claridad que nuestro horizonte no va encaminado a establecer una relación lineal o funcional entre ambos modelos, es decir, tomar las características de la educación virtual y sumarlas al enfoque intercultural de la educación o viceversa, pues de lo que se trata es de implementar o de definir una serie de principios que orienten y aporten a la conceptualización de lo que se ha denominado educación intercultural virtual.
Según lo expone el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), una de las organizaciones indígenas que más ha avanzado en la conceptualización e implementación del modelo de educación propia e intercultural en Colombia, dicho modelo se fundamenta en la construcción de identidad, desarrollo de la autonomía, permanencia de la cultura, respeto por el territorio y ampliación y difusión del conocimiento desde el diálogo y la comunicación entre culturas. Por otro lado, la educación virtual, se alimenta de marcos conceptuales y epistemológicos heredados de la educación presencial, la diferencia radica en que en que el escenario de enseñanza-aprendizaje se da en el ciberespacio.
Según el Ministerio de Educación, desde esta perspectiva, “la educación virtual es una acción que busca propiciar espacios de formación, apoyándose en las TIC para instaurar una nueva forma de enseñar y aprender”. Dentro de sus principales características se encuentran: la construcción de conocimiento desde el enfoque colaborativo, significativo y autónomo; ofrece alternativas de aprendizaje de acuerdo con los ritmos cognitivos de los estudiantes; le da prioridad al uso de herramientas y estrategias encaminadas a fortalecer los procesos educomunicativos entre estudiante-estudiante y docente-estudiante; y propende por la la implementación de ambientes virtuales de aprendizaje innovadores, etc.
Los aspectos señalados en el párrafo anterior dan cuenta de que, son más los aspectos o puntos de convergencia entre los modelos de educación intercultural y a distancia, que las diferencias. En este sentido, el aspecto comunicativo y la construcción de conocimiento colaborativo se convierten en elementos transversales y necesarios sobre los cuales transitan ambos modelos de enseñanza; claro está que se dan en diferentes modelos y contextos de aprendizaje. De igual manera, se considera que no se debe focalizar o priorizar los procesos de enseñanza bajo la modalidad virtual a comunidades, grupos o individuos, que, desde sus prácticas cotidianas y de resistencia han construido otras cosmovisiones sobre el mundo; de lo que se trata es de incluir principios y valores que son propios de su forma de entender la realidad a los procesos de enseñanza, pues de lo que se trata es promover el desarrollo de la tecnología desde una perspectiva sustentable y humana.